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Una chica preguntaba por qué se discriminaba a alguien en el campo laboral por tener un tatuaje, pues a final de cuentas sólo es un dibujo en la piel que en nada afecta el desempeño en el trabajo.
Entre la varias respuestas que obtuvo, había una que se inclinaba a pensar en la asociación que tenían los tatuajes con gente del "bajo mundo". Es decir, ladrones, convictos, traficantes, etc.
Y como no pensar esto, si en todas las películas el "malo" es el que lleva un tatuaje. Nunca son los héroes o las heroínas, no ellos tienen "marcas de nacimiento"; pero los malos, los ladrones, malditos y homicidas, son los que usan tatuajes.
La discriminación por tatuajes no sólo se da en el ámbito laboral, también se puede sentir haciendo algo tan simple como caminar en las calles. Al respecto una chica comentaba que en varias ocasiones llegó a escuchar comentarios como: "Dios! Mira como va esa!!!!", "maleantes sin educación", "que asco".
Por otro lado, la discriminación resulta mucho más persistente hacia las mujeres que a los hombres. Los tatuajes, no sólo están asociados con actividades delictivas, sino también con una apariencia y actitudes "rudas". De manera que en el imaginario colectivo, una mujer tatuada es una mujer "ruda", grosera; cualidades que no son aceptadas socialmente en las mujeres.
Por supuesto no estamos diciendo que en todas partes se discrimine, de hecho hay muchos lugares y muchas personas a quienes les importa el trabajo realizado y no la piel de quien los realiza; pero aún así hay mucho que resolver todavía.
No a la discriminación laboral por tener tatuajes!
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