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He escuchado muchísimos comentarios despectivos respecto a los judíos, todos provenientes de personas que jamás en la vida han conocido a un judío; pero aún suponiendo que hubieran conocido a uno... ¿se puede juzgar la conducta de todos sólo por ese uno?
La mayoría de nosotros hacemos generalizaciones, de ahí nacen muchos prejuicios. Si conocimos a una Ana que se portó mal con nosotros, entonces decimos que todas las Anas son así; pero cuando la mayor parte de la población se llama Ana, difícilmente podemos hacer esa generalización.
Precisamente, la razón por la que se discrimina a los judíos es porque son minoría. Si la mayor parte de la población fuera judía, entonces no habría discriminación. Lo mismo pasa con otras minorías religiosas o de otra índole como los homosexuales por ejemplo.
En las discusiones que he tenido respecto a la discriminación de los judíos, siempre pongo de ejemplo que yo no juzgo a los católicos sólo por mi abuelita, que era muy devota. De manera que no puedo decir que todos los católicos tienen montones de hijos, o que todos los católicos les pegan a sus hijos e hijas, o que todos los católicos gastan su dinero de forma irresponsable. Todas esas conductas las tenía mi abuelita, y por supuesto no tenían nada que ver con su religión.
Todos tenemos formas diferentes de vivir nuestra fe cuando la tenemos, y aunque muchas de nuestras acciones están determinadas por la religión, eso no significa que TODAS nuestras acciones estén ligadas al pensamiento religioso ni mucho menos que todos los que profesen la misma fe se comporten igual.
Al igual que en otras religiones y formas de vida, hay judíos muy religiosos, otros no tanto, hay judíos que dejaron atrás sus costumbres hace tiempo y aún así se consideran judíos, hay judíos que ya no se consideran judíos porque no sienten esa identificación con las costumbres y tradiciones, etc. Y de la misma forma hay todo tipo de judíos: ricos, pobres, altos, bajos, corteses, descorteses, bonitos, feos, blancos, morenos, etc., etc., etc. Características que no tienen nada que ver con la formación religiosa, sino la educación familiar y las experiencias de la vida.
Aún así, el desconocimiento de las personas se llena con el prejuicio, de manera que la gente en general sigue haciendo generalizaciones y perpetuando estereotipos. Aún los más liberales, suelen caer en ocasiones en este tipo de pensamientos.
Mi papá por ejemplo, cuando le comenté que el miércoles por la noche comenzaría Rosh Hashaná y que en esta fecha se tiene por creencia que Dios juzga a todos los seres humanos, se volteó sarcástico y me preguntó si Dios no juzgaría a las niñas israelíes que escriben insultos en las bombas que envían a Palestina.
Para empezar, que yo sepa difícilmente una niña entraría en contacto con una bomba que está por lanzarse para la guerra. Suponiendo que fuera así, eso no significa que todas las niñas israelíes hagan eso o estén a favor de hacerlo. Y de la misma manera, no todos los judíos están a favor de la guerra, ni odian a los palestinos, y aunque su postura sea a favor del estado de Israel eso no significa que anden por las calles matando palestinos, más cuando no viven en Israel y en cambio son ciudadanos mexicanos, argentinos o chilenos; pero nuevamente... generalizaciones.
En otra ocasión, recuerdo haber escuchado un comentario de sorpresa. Quedé de ver a una persona judía, para pedir informes de un curso que quería tomar. Así que nos quedamos de ver en un restaurante para platicar al respecto, como buen caballero pagó la cuenta. No faltó el que se sorprendió: ¿En serio pagó la cuenta? En alusión al estereotipo que se tiene de los judíos respecto al dinero y la avaricia.
Hacer generalizaciones nos cierra a conocer a las personas realmente, y por otro lado llega a ser peligroso para el grupo estereotipado en cuestión. Por esa razón, en este año que empieza les invito a la reflexión y a no juzgar a todo un grupo sólo por la conducta (real o imaginaria) de un individuo.
Shana Tová
fantástica entrada. te felicito muchísimo.
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