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Una madre que llevaba a su hija a la guardería, notó que a su niña la "consentían" por sobre los demás niños. Ella nunca preguntó por qué, pero siempre supuso que se debía a que la niña era "güerita" (así le dicen a las personas de piel blanca y pelo claro, sea castaño o rubio).
Es curioso como la mamá asumió ese pensamiento prácticamente de inmediato y sin averiguar más al respecto, porque bien podría ser que la niña fuera más simpática, alegre o inteligente; pero la madre decidió inmediatamente que era por su apariencia física.
Desafortunadamente, aunque la madre nunca averiguó lo que realmente pensaban de su hija en la guardería era muy probable que tuviera razón. En muchas escuelas se privilegia a los niños por ser "más bonitos" que los otros, traduciéndose la frase "más bonito" como "tener piel blanca y pelo claro" o como se dice "ser rubios de ojos azules". Y mientras más parecido se tenga con la población anglosajona o europea, más se percibe la preferencia de las maestras o maestros en la escuela, sobretodo si se trata de niños pequeños.
También supe del caso de un niño "güero", que además tenía apellido italiano. Una de sus maestras solía decirle que era un niño hermoso y encantador por ser italiano. Sus padres tuvieron que batallar mucho para enseñarle a su hijo que una nacionalidad no era mejor que otra, y que aunque él tenía apellido de origen italiano seguiría siendo mexicano por haber nacido en México y ser de padres mexicanos.
En ocasiones los maestros y educadores discriminan, y ni siquiera se dan cuenta del daño que hacen tanto al niño preferido como al resto del grupo. Al chico elegido porque le enseñan falsamente que por tener un color diferente de cabello o de ojos es mejor que los demás, y a los otros porque les hace sentir inferiores frente a un igual, un compañero de clase al que se tendrán que ver obligados a ver todos los días.
Evitar la discriminación en casa es importante, pero también lo es evitarla en la escuela.