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martes, 25 de enero de 2011

Homofobia

Comparto esta entrada, en ella se critica un discurso que discrimina tanto a las mujeres como a los homosexuales:

Homofobia

A mi entender, uno de los tipos más sexistas, machistas y homofóbicos entre los argentinos se llama Roberto Hanglin.

Ese seudo progresista (dicen que alguna vez lo fue), ahora portavoz del sector más reaccionario del país, tiene una columna en La Nación, que se llama "Pensamientos incorrectos". De incorrectos, no tienen absolutamente nada, ya que al contrario, siguen la corriente tradicional del machismo, el racismo y la homofobia.

En una de sus últimas columnas, La diosa y el chancho, ese personaje reivindica alto y claro la homofobia como una vulgar "opinión".

Pero no solamente eso. La nota, toda la nota, del principio al final (y eso que es larga), es un florilegio de sexismo.

Al principio de la columna, explica que las mujeres, en la era prehistórica, eran consideradas diosas porque de ellas salían la vida:

"el primer Dios de los humanos no fue un Dios padre: genitor-ordenador-creador del mundo- amo de la palabra, dictador de la ley y nombrador de las cosas, dueño del semen primigenio y jefe solar de la vida. No: tal vez el dios originario haya sido ella. La diosa, la Gran Madre de los cielos."

Y ahí, nos viene con la teoría completamente falsa, pero ampliamente difundida, de que las mujeres prehistóricas se quedaban en la cueva cuidando a la prole:

"El hombre efectúa las tareas del día: la agricultura y la guerra, la forja de los metales, la siembra del cereal, la caza, la domesticación del toro y el potro. Trabaja al sol. Su metal es el oro, su entorno la luz, su tiempo el día. En cambio, el trabajo de la mujer es nocturno y oculto: el niño se gesta en la penumbra del útero. Su vida transcurre en la privacidad del hogar, donde mantiene los vínculos intrafamiliares. Seduce en la oscuridad del lecho. El embarazo se desarrolla escondido, en la sombra. Funciona invisible y en secreto, sincronizado con los 30 días de la luna, del planeta Venus, de las mareas y las aguas que rigen el cambiante estado anímico de la mujer."

Esto es una gran mentira. Las mujeres prehistóricas salían no solamente a recolectar frutos, sino también a cazar pequeños aniñales. Ni en pedo se quedaban en la cueva. Esta es una visión totalmente sesgada y machista de las cosas, que nos han querido hacer creer durante décadas para justificar que la mujer se quede en casa limpiando, cocinando y cuidando a lxs hijxs, mientras los hombres iban a desarrollar grandes cosas para la humanidad a la luz del sol.

Y de paso, sirve para justificar la supuesta inestabilidad emocional de las mujeres, con su "cambiante estado anímico". Pero no es culpa de ella, eh, ojo, pobre, es culpa de las mareas que, por una razón que no se entiende muy bien, pero alguna debe de haber, influyen únicamente en el estado de ánimo de las féminas.

Esas son, para Hanglin, las mujeres de verdad, las mujeres-diosas. Coloca a las mujeres en un pedestal, algo típico de los machistas, que dicen "amar" a las mujeres. Las aman, sí, pero solamente si cumplen a rajatabla con su papel de santa, de madre, de abnegada, de sacrificada, de dulce, de cuidadora del hogar, de su marido, de sus hijxs. Si se sale de ese rol, cae inmediatamente del pedestal y pasa a formar parte de "la mujer feminista":

"La mujer feminista, desde 1930 en adelante, ha reclamado igual paga por igual trabajo"

Qué horror... ¿A quién se le ocurre?

"La feminista auténtica rechaza indignada la cortesía del hombre. No quiere requiebros, piropos ni reverencias. Sabe defenderse sola. Quiere ir a la guerra, prosperar, trabajar como el que más, y exige que el hombre emprenda -con sus pocas habilidades- la aventura de criar también a los niños. Y lavar los platos, como ella. Este es otro episodio de la historia de los dos sexos (porque hay sólo dos, y se llaman sexos, no géneros) cuyas diferencias se han diluido y amenazan con extinguirse."

Apréciese el "con sus pocas habilidades": y sí, a Hanglin conviene que hombre tonto, hombre neanderthal, hombre no saber, hombre muy torpe, hombre incapaz de cambiar pañal, hacer falta doctorado para ocuparse de bebé o lavar platos, hombre mejor leer diario y manejar auto.

Y con qué tristeza Hanglin lamenta las buenas épocas en las que las mujeres eran las mucamas y las putas de los hombres:

"La mujer atesoraba, antiguamente, como quien guarda un secreto, las cosas buenas de la dura vida del hombre: el placer, el beso, la caricia, la danza, el susurro, la seducción, el si-es-no-es de la palabra a medias. Todo lo bello de una oreja pequeña, un pelo sedoso y una sonrisa que iluminaba al planeta.
(...)
Con la complicidad de un sistema judicial íntegramente compuesto por mujeres (psicólogas, secretarias, abogadas, juezas, camaristas) nos arrebata nuestros hijos, nos expulsa de nuestras casas y nos rotula de "golpeadores", "infieles", "machistas", "maltratadores", "sexómanos" e "impotentes", todo a la vez"


Por supuesto, no hay hombres maltratadores y golpeadores. Es todo fruto de la imaginación de las feministas.

Además, me va a tener que explicar algo: el tipo reconoce que no se ocupa de sus hijxs, porque eso le corresponde a las mujeres. Pero en caso de divorcio, ¿está diciendo que estaría a favor de la custodia compartida? ¿Milita Hanglin por que los padres se ocupen tanto de sus hijxs como las madres? ¿Y no es eso contradictorio con lo anterior? ¿No era que los hombres tenían "pocas habilidades" a la hora de criar a lxs niñxs? Me parece que ese señor no sabe bien lo que quiere, excepto conservar sus privilegios de macho...

"La mujer se ha convertido en nuestra enemiga, cuando era nuestro consuelo. Ella era el otro lado de la vida. El lado dulce. Ahora, puede convertir a un hombre feliz en un guiñapo humano. De hecho, lo hace constantemente."

O sea, si sos una mujer de verdad, si querés que Hanglin te considere una diosa, tenés que ser dulce, abnegada, sacrificada, condescendiente, suave y sumisa. Si querés tu independencia, se va al carajo eso de la mujer-diosa... Sabía yo que eso de vernos como diosas no era gratis...

"Lo importante es la mujer como diosa. Un ser de cuerpo exquisito, de piel 16 veces más fina que la del hombre, de labios abultados, de voz melodiosa, de risa que derrite a las piedras, de caderas redondeadas y pies pequeños, de diminuta lengua rosada, perfumada en su esencia, dulce en su forma de amar, incansable en el sexo."

Mujer más estereotipada, imposible... Claro que tiene que ser pequeña y frágil, para que el hombre la pueda proteger, porque sino, ¿para qué carajos sirven los hombres, eh? Una mujer tiene necesariamente los pies pequeños... Supongo que la espantosa tradición japonesa de vendar los pies de las niñas para impedir que crezcan le parece el colmo del buen gusto...

Y con qué mala fe compara el cuerpo supuestamente siempre hermoso de las mujeres con el cuerpo supuestamente feo de los hombres:

"Mientras moldeaba a ella con las curvas de Charlize Theron, perfilaba a él con el diseño de Danny De Vito. Cruel disparidad de los sexos. En este detalle, el creador estuvo un poco avaro con nosotros."

¿Y por qué compara a Charlize Theron con Danny De Vito? ¿Por qué no la compara con Brad Pitt o con Jude Law?

Ahora, aunque no lo crean, lo peor del texto está por venir, y es sobre los homosexuales:

"Protagonistas de este tiempo, los homosexuales varones desean a los hombres "machos" y odian cordialmente a las mujeres. Sin embargo, obtienen felices sus DNI "femeninos". Donde antes decía "Carlos", ahora han escrito "Patricia". Estos son una avalancha. Hablan de sí mismos en femenino, amenazan con casarse y su cambio físico (altamente promocionado) es pura cosmética."

Me va a tener que explicar en qué los homosexuales varones odian a las mujeres, aunque sea cordialmente... ¿Quiere decir que yo, por ser heterosexual, odio cordialmente a las mujeres, porque no me atraen sexualmente? Y otra cosa: si los homosexuales se quieren convertir en mujeres, ¿cómo es eso que les gusta los "hombres machos"? Si todos los homosexuales quieren parecerse a mujeres, ¿dónde quedan los machos? Pero nuestro sujeto no le tiene miedo a las contradicciones, como ya hemos visto... Y por supuesto, confunde alegremente homosexualidad y transexualidad, pero qué se le va a hacer... tampoco le vamos a pedir sutileza ni cultura...

Bueno, pues según él, las mujeres deberíamos odiar a los gays por querer parecerse a nosotras:

"Las mujeres actuales aceptan que hay otras mujeres, perfectamente iguales a ellas. Aunque, es verdad, tienen testículos y penes (uno cada una) en saludables condiciones. Aunque miden un metro ochenta, calzan 45, tienen la cintura ancha y la carota simiesca del hombre, hallándose en todo concepto más cerca de "La Mole" Moli que de Sofía Zamolo."

Nótese que una mujer nunca puede medir un metro ochenta y calzar 45. Una mujer de verdad es más baja que los varones y tiene pies pequeños, ya lo dijo antes, al menos en eso es lógico consigo mismo... No será que una mujer supere a un hombre en fuerza y altura, dios nos libre y nos guarde de esas machonas...

Y el pobre se va totalmente al carajo al reivindicar la homofobia como una "opinión" más:

"en noviembre de 2010, una manifestación gay en Copacabana propuso que la homofobia fuera considerada un crimen. Otra vez, el delito de opinión, como en los felices tiempos de la Sagrada Inquisición, Hitler, Mussolini, José Stalin y Fidel Castro".

Y remata:

"Si se establecieran leyes de este tipo, por ejemplo, este artículo sería considerado un acto criminal."

Pues querido Hanglin, empezá a temblar desde tu pedestal de virilidad: las leyes argentinas SÍ condenan la homofobia, y tu texto YA ESTÁ siendo analizado por el Instituto Nacional contra la Discriminación, la Xenofobia y el Racismo, que abrió un expediente de oficio al respecto.

No me gustaría estar en el lugar de lxs funcionarixs que tengan que analizar el contenido de este texto. Un texto que no duda, en su frase final, en presentar la violencia doméstica como una "variante de la condición humana" que es "normal y legítima". Y desliza, de paso, en la lista de las variantes "normales y legítimas", alguna referencia a la pedofilia, al mencionar "el profesor y la alumnita irresistible":

"Digamos, para terminar y sobre todo para evitar males mayores, que la homosexualidad no se nos aparece como una enfermedad, ni una maldad, ni un síntoma del Apocalipsis. Es un modo de la condición humana. Pero las otras variantes de la condición humana también son normales y legítimas. Todos los tipos de la comedia y la vida: el don juan y la buscona, el fanfarrón y la viuda caliente, el ratón de biblioteca y la mosquita muerta, el atleta y la odalisca, el campeón sexual y la niña putona, el tímido y la borracha, el profesor y la alumnita irresistible, el millonario y la secretaria sexy, el casado que anda de trampa y la casada que se maquilla un ojo en compota."

¿Algo más?

(Recuerdo que todo eso no fue publicado en un blog de mala muerte, sino en uno de los principales diarios en lengua hispana del mundo. O sea que se supone que fue releído, aprobado, validado por la dirección de la redacción. Y a nadie le pareció escandaloso.)

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